Comienza la cuenta regresiva

El reloj avanza. Con solo días hasta la fecha límite del 4 de julio impuesta por Trump, el Senado controlado por republicanos ha presentado un nuevo proyecto de ley fiscal de 4,2 billones de dólares. No se trata de cambios menores: es una reestructuración total del gasto y los impuestos.

Este texto refleja compromisos internos profundos: los conservadores más radicales querían recortes más drásticos en Medicare; los republicanos moderados se opusieron a eliminar demasiado rápido los créditos para energías limpias. Al final, llegaron a un acuerdo… que podría no durar más allá de cinco años.

Deducción SALT: Un cambio clave para ricos

Aquí viene lo interesante: el techo para la deducción estatal y local (SALT) subirá de \(10.000 a \)40.000, pero solo por cinco años.

Piénsalo bien: para quienes pagan altos impuestos estatales como en Nueva York o California, esto equivale a un bono anual adicional de cientos de miles sin pagar impuestos.

Pero sea claro: no se trata de equidad. Es sobre supervivencia política para legisladores republicanos en estados azules que dependen del apoyo financiero de sus donantes millonarios.

He analizado cómo este cambio aumenta significativamente el ingreso disponible para el 1% más rico —y sí, actualicé mis proyecciones sobre tarifas ETH ante posibles picos en ganancias tras el voto.

Lo que no te están contando…

Mientras las noticias gritan “solución SALT”, pocos preguntan: ¿qué pasa después de 2029?

La ley volverá automáticamente al tope original sin debate. Eso significa que cada dólar ahorrado hoy tiene un colapso futuro asegurado.

Además, oculto entre los detalles técnicos: se acelera la eliminación gradual de créditos fiscales verdes del gobierno Biden… aunque no se eliminen por completo. Los grupos ambientalistas están furiosos; los inversores en tecnologías verdes sudan frío.

Como analista que sigue tanto incentivos blockchain como políticas fiscales reales, veo patrones aquí: victorias a corto plazo encubriendo riesgos estructurales a largo plazo.

¿Es esto realmente reforma fiscal… o poder?

Mira la cronología: el Senado planea votar tan pronto como sábado al mediodía (EST), domingo por la mañana GMT). Si aprueban rápido antes del receso parlamentario, no habrá espacio para revisión ni modificaciones importantes.

Esto parece menos una ley y más un espectáculo ejecutivo—Trump quiere grabar su legado en la ley antes del verano.

Y hablemos del FOMO—la misma emoción que lleva a traders cripto a comprar altcoins al máximo—ahora infecta la política washingtoniana?

Sí, ya lo he visto antes en proyectos DeFi prometiendo “lunas” sin roadmap… y aquí estamos otra vez con una reforma fiscal construida sobre urgencia, no sustancia.

Conclusión: Cuidado con soluciones cortas con costos largos

Al final del día, esta ley beneficiará principalmente a personas con alto patrimonio—y por extensión, a sus donantes políticos que financian campañas republicanas en todo EE.UU.

Pero ¿y las familias clase media afectadas por la inflación? ¿O los estados ya con presupuestos ajustados?

No me malinterpretes—I también amo reglas fiscales predecibles (sobre todo cuando programo modelos DeFi). Pero cuando cambios expiran a mitad del ciclo sin mecanismos de renovación? Eso no es reforma… eso es jugar con la confianza pública.

Si sigues mercados o planeas tu siguiente inversión: recuerda que el riesgo político ≠ riesgo financiero—se traduce en volatilidad más rápido de lo que crees.