El futuro de las monedas digitales
Cuando el oro digital no compra café
Tras modelar rendimientos de staking en ETH y auditar protocolos DeFi desde mi coworking en Shoreditch, he desarrollado una visión crítica sobre el evangelismo cripto. Examinemos tres transformaciones clave que están redefiniendo el futuro del dinero.
El dilema existencial de Bitcoin
La primera criptomoneda sigue atrapada en su propia narrativa. Como ‘oro digital’, triunfa: escasa, resistente a censuras, con capitalización rivalizando con grandes corporaciones. Pero el whitepaper original hablaba de dinero electrónico. Con solo 7 transacciones por segundo (vs. 24.000 de Visa) y consumo energético similar al de países pequeños, pagar con BTC sigue siendo tan práctico como pagar con cuadros de Picasso.
El foso regulatorio de Libra
El ambicioso proyecto establecoin de Facebook mostró el potencial del blockchain para la inclusión financiera… y sus minas políticas. Su modelo basado en una canasta monetaria exigía navegar cada burocracia central —como organizar una cumbre de la ONU en un campo minado—. Aunque Zuckerberg se reconvirtió a Meta, Libra demostró que las empresas no pueden externalizar la soberanía monetaria.
La revolución silenciosa de las CBDCs
Desde el yuan digital chino hasta Jam-Dex en Jamaica, los bancos centrales están reconstruyendo el dinero desde cero. Mis modelos sugieren que las CBDCs wholesale (para liquidaciones interbancarias) llegarán antes que las versiones para consumidores —como caballos troyanos para innovar política monetaria—. El verdadero desafío: hacer atractivo un dinero digital respaldado por el Estado cuando Venmo ya funciona bien.
Datos clave: El FMI informa que 130 países exploran CBDCs a junio de 2024.
Más allá del ciclo de euforia
La siguiente evolución no serán ICOs llamativos ni monos NFT, sino mejoras aburridas pero esenciales: cambiar la infraestructura financiera mientras el agua sigue corriendo.
